We’ve updated our Terms of Use to reflect our new entity name and address. You can review the changes here.
We’ve updated our Terms of Use. You can review the changes here.

Consagrados a ti

by Cristóbal Fones, SJ

/
1.
Buen Pastor 04:19
Bajando los montes me ves, pastor fiel; conoces mis manos, conoces mis pies. Cautivo en mis miedos, me pierdo de ti, puerta siempre abierta de un solo redil. Contigo a mi lado ya no temo más, por verdes praderas me llevas a andar, confío mi vida, enséñame a amar; firme es tu cayado, camino de paz. Dame tu alegría, Señor, toma mis temores, guía tú mi senda, buen pastor, lléname de vida; reconozco hoy tu voz. Cada vez que llamas te escucho, pastor: "sigue mis pasos: justicia y amor". Los cercos se abren, liberador. Dame tu alegría, Señor, cárgame en tus brazos, guía tú mi senda, buen pastor, lléname de vida; reconozco hoy tu voz.
2.
Confiados en tu misericordia, nos acercamos a ti, Señor, para ofrecerte de nuevo la vida; para entregarte nuestra voluntad. Venimos con María, nuestra Madre, en la presencia de tus santos, Señor. Venimos a cantar tu infinita bondad, el triunfo de tu gracia, nuestra libertad. Con tu amor y gracia, Señor, caminaremos. Cielo nuevo, nueva canción, proclamaremos. Funde a fuego nuestra misión, lánzanos a la aventura: Manos que parten pan, consagrado el andar. Eterno Señor de todas las cosas, seguimos tu bandera. Conoces de sobra nuestra humanidad; fecunda nuestras miserias, refunda nuestras fronteras. Hay hambre en el mundo de hoy; hambre de pan y justicia, Señor. Toma nuestros brazos, queremos servir; contigo, el Reino construir. Confiados en tu misericordia, nos acercamos a ti, Señor. Venimos a cantar tu infinita bondad, el triunfo de tu gracia, nuestra libertad.
3.
Quiero hablar de un amor infinito, que se vuelve niño frágil; amor de hombre humillado. Quiero hablar de un amor apasionado. Con dolor carga nuestros pecados, siendo rey, se vuelve esclavo; fuego de amor poderoso, salvador, humilde, fiel silencioso. Amor que abre sus brazos de acogida; quiero hablar del camino hacia la vida. Corazón paciente, amor ardiente; quiero hablar de aquél que vence a la muerte. Quiero hablar de un amor generoso, que hace y calla, amor a todos; buscándonos todo el tiempo, esperando la respuesta, el encuentro. Quiero hablar de un amor diferente, misterioso, inclaudicable; amor que vence en la cruz. Quiero hablar del Corazón de Jesús.
4.
La Promesa 03:53
¿Qué fue, Señor, lo que ayer sucedió? Vi a un ángel que mi casa visitó: “No temas, María, el Señor está en ti; de tus entrañas Dios quiere nacer”. Mas, ¿cómo en mí puede esto ocurrir? y me dijo: “Ten fe, Dios todo lo puede hacer”. Señor, me es difícil comprender lo que en mí tu querer me propone vivir. Mas un tiempo atrás te quise prometer que en tu querer viviría hasta morir. Sólo ayer, Señor, estaba en Belén con Jesús recién nacido entre mis brazos. Sólo ayer, Señor, estaba en Nazareth con Jesús hombre, hijo y amigo, y hoy, Señor, estoy en Jerusalén con Jesús que en mis brazos descansa en su morir. Hoy en su gloria mi Señor ha vuelto a vivir y en su bondad me ha querido visitar, y me ha dicho: “Mujer, recuerda siempre la promesa que en tu juventud el Buen Padre te hizo”. La oración de mi vida yo vuelvo a recitar, dichosa por los siglos, vuelvo yo a cantar.
5.
El amor, Señor, siempre, siempre permanecerá porque es paciente tu amor, Señor, porque al mundo contagias con tu bondad, porque contigo, mi Dios, ni envidias ni orgullos prevalecerán. Sólo contigo, Padre bondadoso, el amor siempre, siempre resurgirá y crecerá. Fey piwkeyechen ta chumkaworume aflaiay (mapudungun) La arrogancia no nos vencerá; con tu amor el egoísmo retrocederá; el prójimo, el hermano, aparecerá. Confiándonos a ti, Padre Bueno, el amor siempre brotará. La ira y el rencor no nos vencerán. Con tu amor, la injusticia retrocederá; el prójimo, el hermano, aparecerá. Confiándonos a ti, Padre Santo, el amor siempre vivirá. La alegría y la verdad gobernarán; con tu amor, Señor, florecerán, y un mundo nuevo surgirá. Confiándonos a ti, Padre Amante, el amor nunca pasará. Porque perdonas todo, Señor, creyéndonos y amándonos siempre; todo lo esperas, todo lo soportas. Confiándonos a ti, Cristo Hermano, el amor siempre triunfará.
6.
En ti vivimos, nos movemos y existimos. Dios Creador, Padre Universal, Dios del Amor. Dios Bondadoso, Amigo Jesús, Dios Misericordioso. Dios Consolador, Espíritu Divino, Dios Santificador. Padre Santo, Hijo Hermano y Espíritu de Unión. Padre Paciente, Hijo Ternura y Espíritu de Paz. Padre Eterno, Hijo Camino y Espíritu de Amor. Dios Santidad, Padre Adorado, Dios Caridad. Dios Humildad, Señor Jesús, Dios de Hermandad. Dios Compañía, Espíritu de Vida, Dios Armonía.
7.
Esta mañana enderezo mi espalda abro mi rostro, respiro la aurora escojo la vida Esta mañana acojo mis golpes acallo mis límites, disuelvo mis miedos escojo la vida Esta mañana miro a los ojos abrazo una espalda, doy mi palabra escojo la vida Esta mañana remanso la paz alimento el futuro, comparto alegrías escojo la vida Esta mañana te busco en la muerte te alzo del fango, te cargo tan frágil escojo la vida Esta mañana te escucho en silencio te dejo llenarme, te sigo de cerca escojo la vida
8.
Tú, amada y favorecida por el Señor. Tú, madre de la inocencia y del amor. Tú, que preguntas “¿cómo?” y no “¿por qué?” Tú, que te haces servidora de Dios. “No temas”, dice el ángel, “porque has encontrado el favor del Señor”, y en la cruz ha vencido tu hijo, nuestro Salvador. Tú, llevas el silencio en tu corazón; tú eres Reina de toda creación. Tú, que derribas la muerte con la fe y te elevan victoriosa a Dios. Tú, bienaventurada madre de Jesús, lo acompañas de la infancia hasta la cruz. Tú, llevas en silencio una espada de dolor. Tú, condúcenos a tu hijo Salvador.
9.
La gloria de Dios es el hombre vivo; la gloria de Dios es que vivas tú. Él te da la vida en abundancia; puedes dar tu vida a manos llenas, no será la muerte tu destino. Amaneces con luz en tu mirada, te estremece el amor y la ternura, la belleza te cubre y te ilumina. La amistad te nutre y te consuela, la alegría te inunda y te conduce, la vida te invita y te regala. Te rodea la noche pavorosa, se te llena la vida de agonías, se endurece el alma y se rebela. El cuerpo es desgarro y es ausencia, no hay más que pérdida y distancia, se te quiebra la fe y nubla la esperanza. Espera en el Señor; sé valiente, espera en el Señor, porque...
10.
La tormenta terminó. Todo es calma, siento el calor. Vuelvo a casa, aquí estoy; oyes mis pasos, escuchas mi voz. Lejanas tierras mi cuerpo dejó, otros amores mi alma buscó. no encuentro reproches, te veo reir, estaba muerto y he vuelto a vivir. Padre, te canto, mi cuerpo se llena de ti. Vuelvo a casa, mi alma te alaba sin fin. Ya no hay más temores, confío en ti. Señor de la vida, conviertes mis noches en luz. Aunque lejos estaba, tus brazos me tiendes; hoy me has encontrado. La tristeza deja su espacio a la paz, mi vergüenza desaparece en tu amor. Aquí estoy, Señor, esta es mi casa; tú me has encontrado. Padre, te canto, mi cuerpo se llena de ti. Vuelvo a casa, mi alma te alaba sin fin. Reanima mis huesos, resuene tu voz. Atrás han quedado los días de esclavitud. tu hijo amado soy, en tus brazos estoy. Este es mi hogar, mi paz; mi alma te alaba sin fin.
11.
Oh, Sagrado Corazón, nuestros sueños, tómalos. Danos fuerza, tu perdón; Cristo, en ti confiamos.
12.
Ven, Espíritu Santo Creador Ven, Fuego que alienta la vida Ven, Agua que limpia y nos fecunda Soplo que nos hace andar Empujas la historia hacia la libertad deshaces los miedos que atan derribas los yugos que oprimen la voz sacudes las cobardías Más dentro de mí que yo mismo me habitas, Espíritu de amor me mueves por dentro, me lanzas a amar me llenas de gracia y ternura Me alzas del polvo, me pones de pie me abres de nuevo el camino me imprimes a fuego en el corazón el rostro de Cristo el Señor Ven, Espíritu Santo Creador Ven, Consolador de los pobres
13.
Señor, a quién iremos si tú eres nuestra vida; Señor, a quién iremos si tú eres nuestro amor, si tú eres nuestro amor. Quién como tú conoce lo insondable de nuestro corazón; a quién como a ti le pesan nuestros dolores, nuestros errores quién podría amar cómo tú nuestra carne débil, nuestro barro frágil. Quién como tú confía en la mecha que humea en nuestro interior quién como tú sostiene nuestra esperanza malherida y nuestros anhelos insaciables quién como tú espera nuestro sí de amor.
14.
La Iglesia canta de alegría, los pobres saltan de contentos. Encuentran paz los perseguidos; consuelo y perdón los pecadores. Cristo, el Señor, resucitó; su amor fue más fuerte que la muerte. Se alegran por fin los olvidados, se ponen de pie los humillados; los pobres se sientan a la mesa, encuentran lugar los postergados. Jesús, el Señor crucificado vive glorioso para siempre. Cristo Jesús, hermano nuestro, está con nosotros para siempre. Se alejan confusos los soberbios, se enreda el saber de los doctores, entienden los pobres la Palabra. La Iglesia, sorprendida en adulterio, recibe el perdón estremecida.

credits

released August 1, 2004

Texto y música © Cristóbal Fones, SJ

license

all rights reserved

tags

about

P. Cristóbal Fones, SJ Chile

contact / help

Contact P. Cristóbal Fones, SJ

Report this album or account

If you like Consagrados a ti, you may also like: