1. |
Tú, mi hermano
05:06
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Porque tuve hambre, porque tuve sed
y me diste pan y agua de beber,
porque anduve solo y me viniste a ver
un poco de cielo pude conocer.
Porque andaba triste cansado y con frío
y me diste alegre tu calor de amigo,
porque me sanaste cuando estuve herido
yo sentí en tus manos las de Jesucristo.
Yo te digo: eres mi hermano.
Tú, porque supiste amar.
No es tiempo perdido tiempo que se da.
No es tiempo perdido tiempo que se da.
Porque al niño solo llevas a tu hogar
y pan de los hijos tú le sabes dar,
porque a quien te ofende sabes perdonar
la bondad de Dios me has hecho encontrar.
Porque con tus ojos suscitas lo bueno
porque miras siempre mi mejor anhelo,
porque siempre escuchas mi clamor sincero
descubrí en tu rostro todo un mundo nuevo.
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2. |
La casa
03:59
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Qué importa que sea
de piedra o de madera.
Qué importa que no tenga
lujoso jardín;
mansión o cabaña,
yo quiero una casa
que sea mi hogar.
Que tú estés allí,
el niño y la flor,
la cama, la mesa
y un vaso de vino,
la abuela, el vecino
y un poco de canto
y un mundo de amor,
y un mundo de amor.
Qué importa que sea
muy pobre y pequeña;
qué importa que no tenga
antiguo blasón;
en campo o ciudad
yo quiero una casa
que sea mi hogar.
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3. |
La oración
04:47
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Te suplicamos, Señor,
que manifiestes tu bondad,
salva a todos cuantos sufren
la mentira y la maldad.
Ten piedad de los humildes,
y a los caídos levanta
hasta el lecho del enfermo
acerca tu mano santa.
Entra en la casa del pobre
y haz que su rostro sonría,
para el que busca trabajo
se Tú fuerza y compañía.
A la mujer afligida
dale salud y reposo,
y a la madre abandonada
un buen hijo generoso.
Encuéntrale Tú el camino
al hijo que huyó de casa;
al pescador perdido,
al vagabundo que pasa.
Que el rico te mire en cruz
y a sus hermanos regale;
que no haya odio ni envidias
entre tus hijos iguales.
Da al comerciante justicia,
al poderoso humildad;
a los que sufren paciencia
y a todos tu caridad.
Venga a nosotros tu Reino,
perdona nuestros pecados
para que un día seamos
con Cristo resucitados.
Tú Señor, que puedes esto
y mucho más todavía,
recibe nuestra alabanza
por Jesús y con María.
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4. |
De un tronco más alto
05:10
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De un tronco más alto
a la cruz le viene
agua, sangre y vida
de la misma muerte.
De un tronco más alto
sabia florecida;
le ha manado a Cristo
del pecho una herida.
El fruto de este árbol
gusto a cielo tiene,
que la rama viene
de un tronco más alto.
Quien come mi carne
por la rama llega
al huerto del Padre.
De un tronco más alto
rebrota la vida
cuando se despierta
al tercero día.
De un tronco más alto
me ha nacido hoy
una llama en fuego
en el corazón.
De un tronco más alto
floreció mi pena
cuando me dijeron
tu Señor te espera.
De un tronco más alto
hicimos morada,
que la gloria vino
toda por su alma.
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5. |
Los cuatro elementos
05:19
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Me hago tierra cuando sufro,
me hago tumba adelantada;
me hago fuego cuando odio,
agua y aire cuando amo.
Y ando cuajando el tiempo
entre mis cuatro elementos.
Diciendo que soy cristal,
soy apenas pensamiento.
Me hago tierra cuando dudo,
me hago barro en los comienzos;
en los finales rescoldo,
y en mi llanto, vendaval.
Quiero ser todas las cosas
cuando todos ya se van.
Diciendo que soy cristal,
soy apenas pensamiento.
Pero mi alma de tierra
y mi cuerpo desprendido
son más que mi pensamiento.
Nací para ser tu hijo
oh, mi Dios, enamorado.
Agua, tierra, fuego y aire
son senderos escondidos
por donde subo a tu lado.
Agua, tierra, fuego y aire.
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6. |
Eres
04:16
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Eres fuerza de ser libre y permaneces
cuando todo mi contorno se estremece,
eres pórtico y camino, eres morada,
eres luz de crecientes alboradas.
Yo quiero oír tu voz de siempre en siempre
vivir en transparencia la verdad,
dormir a tus pies, guardar tu sueño,
y el corazón inquieto para buscar;
ser ojos que miren todo desde adentro,
puerta abierta que invita a caminar.
Jesús, eres mi futuro y mi presente
mi horizonte de llanuras anheladas,
eres canto, rocío, eres llamada,
mi amigo desde ayer y desde siempre.
Yo quiero ser tu amigo, Jesucristo,
que no me doblegue la bajeza,
no me venza la mentira y la tristeza
sea sal, levadura y tu simiente,
que yo sea una chispa de tu fuego
y una gota de tu clara fuente,
que luche tomado de tu mano,
pensando poco en mí, mucho en mi hermano,
y tú seas mi Señor, mi amigo,
en la vida y en la muerte, mi destino.
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7. |
Canción de la esperanza
02:15
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No me robarán la esperanza,
no me la romperán;
vengan a cantarla conmigo,
vengan a cantar.
Creo que detrás de la bruma
el sol espera.
Creo que en esta noche oscura
duermen estrellas.
Creo en los ocultos volcanes
sin ver sus fuegos.
Creo que esta nave perdida
llega a su puerto.
No me robarán la esperanza,
no me la romperán;
vengan a cantarla conmigo,
vengan a cantar.
Creo en el hombre razonable
y no en la fuerza,
pienso que la paz es simiente
bajo la tierra.
Creo en la nobleza del hombre
de Dios imagen
y en la voluntad
de los hombres que se levantan.
No me robarán la esperanza,
no me la romperán.
El árbol que lo han herido
pronto renacerá.
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8. |
Madre de los cansados
03:04
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Madre de los cansados
Reina de los pañales
Las escobas y los panes
Y el trajín de la cocina
Todos los pobres la miran
Señora de la pobreza
Hoy le golpeamos la puerta
Para pedir por favor
Que la tenga siempre abierta
Porque es mucha la aflicción.
Señora de San José
Tejedora de chalecos
Para ayudar a su sueldo
Madre de los brazos firmes
Tan animosa y humilde
Consejera de humillados
Tiene los pies cansados
De tanto buscar carbón
Va nuestro pueblo a su lado
Aprendiendo su lección.
Mujer llena de fe
Compañera de la ruta
Madrina de la ternura
Que muestra Dios a sus hijos
Educadora de Cristo
Socia de nuestras penas
Amiga dulce y discreta
Ya no se puede vivir
Con el sueldo recortado
Ayúdeme a discurrir.
Y usted Virgen María
Fue la mamá del Señor
Yo sé que lo acompañó
Hasta el destierro de Egipto
No lo dejó en el camino
Lo siguió por todas partes
Discípula y escuchante
Lo acompañó hasta la muerte
Con esperanza gigante
Madre de toda la gente.
Madre de los cansados
Madre de toda la gente.
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9. |
Al amanecer
05:30
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Tú que a los gorriones
les fabricas nidos
y a la flor del campo
tejes un vestido
ven esta mañana
despierta el sentido
dale a nuestro día
tu soplo divino
Tú que amaneciste
de una Virgen Madre
tú que nos buscaste
fuera del camino
ven por tus ovejas
ven a tus rediles
llénense cantos
hasta los confines
Tú que balanceas
las olas del mar
y con las gaviotas
sales a volar
vente con nosotros
vente a caminar
llévame a tu lado
que ansío volar.
Tú que allá en el cielo
enciendes estrellas
y pintas hermosa
nuestra luna llena
ven en este día
ven a la tarea
por un nuevo cielo
y una tierra nueva.
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10. |
Amigo de publicanos
04:47
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Señor de los afligidos,
salvador de pecadores,
mientras aquellos señores
de solemnes encintados
llevan al templo sus dones
con larga cara de honrados.
¡Ay que me gusta escucharte!
cuando les dices: "la viuda
con su moneda chiquita
ha dado más que vosotros
porque ha entregado su vida".
Señor de las Magdalenas,
Pastor de samaritanos,
buscador de perlas finas
perdidas en los pantanos,
cómo te quedas mirando
con infinita tristeza,
al joven que te buscaba
y cabizbajo se aleja
por quedar con su dinero.
¡Ay, que difícil que pase
por esta aguja un camello!
Amigo de los humildes,
confidente de los niños,
entre rudos pescadores
escoges a tus ministros
parece que todo fuera
en tu Evangelio sorpresa.
Dices: "felices los mansos
y los que sufren pobreza,
benditos son los que lloran,
los sedientos de justicia,
dichosos cuando os maldigan".
“Es hijo de los demonios”
los fariseos decían;
“se mezcla con los leprosos
y con mujeres perdidas,
el sábado no respeta
¿dónde vamos a parar?
Si ha decidido sanar
a toda clase de gente,
es un hombre subversivo
entre tanta confusión
yo me quedo con lo antiguo”.
Ellos miraban al cielo
y Tú mirabas al hombre,
cuando apartado en el monte
te entregabas a la oración,
sólo buscabas a Dios
a tu Padre Santo y Justo.
En el secreto nombrabas
para que Tú los sanaras,
al hombre uno por uno,
y lo que el barro manchaba
tus ojos lo hicieran puro.
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11. |
Camino del Viernes Santo
05:24
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Camino del viento helado
contigo quiero andar picapedrero.
Camino del viento helado
contigo quiero andar.
Al boquerón minero, la negra pala,
la dura roca, el negro cielo.
Perdóname primero
mis manos limpias, mi pan seguro.
Camino de soledad
contigo quiero andar madre sin nombre.
Camino de soledad
contigo quiero andar.
Al hospital de noche, la pobre cama,
las largas horas, sin esperanza
Perdona mujer enferma
mi cuerpo sano, mi hogar tranquilo.
Camino del paso oscuro
contigo quiero andar mi niño ciego.
Camino del paso oscuro
contigo quiero andar.
Acariciando el suelo, las manos yertas,
noche en la noche, los ojos muertos.
Perdóname primero
la luz que llevo, mirando estrellas.
Camino del Viernes Santo
contigo quiero andar, Cristo doliente.
Camino del Viernes Santo
contigo quiero andar.
Con tu sed y tu fiebre, el cruel olvido,
el duro leño, pecado y muerte.
Perdóname primero
que soy yo mismo, que así te he puesto.
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12. |
El peregrino de Emaús
04:57
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Que llevabas conversando
me dijiste buen amigo,
y me detuve asombrado
a la vera del camino.
No sabes lo que ha pasado
ayer en Jerusalén,
de Jesús de Nazaret
a quien clavaron en cruz
por eso me vuelvo en pena
a mi aldea de Emaús.
Por la calzada de Emaús
Un peregrino iba conmigo
No le conocí al caminar
Ahora si, en la fracción del pan
Van tres días que se ha muerto
y se acaba mi esperanza
dicen que algunas mujeres
al sepulcro fueron de alba.
Pedro, Juan y algunos otros
hoy también allá buscaron:
mas, se acaba mi confianza
no encontraron a Jesús
por eso me vuelvo triste
a mi aldea de Emaús.
Oh tardíos corazones
que ignoráis a los profetas
en la ley ya se anunció
que el Mesías padeciera;
y por llegar a su gloria
escogiera la aflicción.
En la tarde de aquel día
yo sentí que con Jesús
nuestro corazón ardía
a la vista de Emaús.
Hizo seña de seguir
más allá de nuestra aldea
y la luz del sol poniente
pareció que se muriera.
Quédate forastero
ponte a la mesa y bendice
que al destello de tu luz
en la bendición del pan
mis ojos conocerán
al amigo de Emaús.
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